Una de las preguntas más realizadas es acerca de qué es mejor, si el botox o el ácido hialurónico. La verdad es que ninguno, pues se emplean para diferentes cosas y ambos son increíbles productos.
El botox, marca comercial ícono de toxina botulínica, es una neurotoxina que consigue relajar la musculatura facial tratando líneas de expresión tales como las famosas patas de gallo, el ceño fruncido o líneas comisurales. Es un tratamiento que, usado desde temprana edad, promete que evita que se profundicen las arrugas y de esa manera, no se formen grandes surcos en la piel.
Actualmente es frecuente de escuchar aún que “el botox hace que se te caiga la cara” o te salgan cototos pero eso es un estigma social antiguo que se originó gracias a que se ocupaba la palabra <botox> de forma genérica incluyendo a los rellenos no reabsorbibles que se comercalizaban antiguamente que sí presentaban verdaderos desastres estéticos y no tienen nada que ver con cómo funciona la toxina botulínica.
Por otra parte, los rellenos dérmicos de ácido hialurónico sirven para rellenar, modelar o armonizar zonas del rostro tales como labios, nariz, pómulos, mentón o signos del envejecimiento.
Son absolutamente biocompatibles, bioreabsorbibles y se posicionan dentro de los tratamientos más populares a nivel mundial gracias a su versatilidad, pudiendo ser utilizado para rejuvenecer un rostro rellenando ciertas arrugas o modelar una nariz para conseguir mejorar el perfil en una paciente, consiguiendo según la expertiz de quien te los aplique resultados totalmente naturales que compiten con muchos de los procedimientos quirúrgicos.
Tanto el botox como el ácido hialurónico en Chile deben ser aplicados por profesionales médicos u odontólogos altamente capacitados para que sus inyecciones sean lo más seguras posible y te sepan asesorar sobre su elección y zonas a trabajar.
